Economía, café y estrellas
Se nota que en Santa Cruz es verano, días calurosos de mucho sol, y noches con cielos despejados y luna brillante. La claridad del cielo nocturno es lo que más me llama la atención y la cantidad de estrellas que vemos. La curiosidad me llevó a investigar un poco sobre ellas, llegué a datos que, para mí, resultan muy interesantes.
Una estrella es un esferoide luminoso de plasma
que mantiene su forma debido a su propia gravedad, la estrella más cercana que
tenemos del planeta tierra es el sol. De
hecho, en una noche de cielos despejados, y en función a la capacidad que tiene
nuestra retina de captar la luminosidad de las estrellas, se pueden llegar a
ver solo unas seis mil estrellas, definitivamente lo que podemos ver es muy
limitado, ya que en el universo se estima que existen alrededor de doscientos
mil millones de billones de estrellas, este número es un 200 seguido de 21
ceros (200,000,000,000,000,000,000,000). Apenas logramos ver el 3x10-18 %
de las estrellas existentes.
Otra característica que de la que no había
tomado conciencia al mirar las estrellas, es el tiempo que demora en llegarnos su
luz, se sabe que la luz viaja a trescientos mil (300.000) kilómetros por
segundo, y como anotamos antes, la estrella mas cercana es el sol, con toda su
potencia y luminosidad, la luz que genera demora 8 minutos en llegarnos. Una de
las estrellas más brillantes que se logra ver a simple vista es Deneb, se
estima que Deneb se encuentra a 1,450 años luz de distancia, lo que implica,
que la luz que vemos de Deneb en un momento dado en realidad fue generada por Deneb
hace 1,450 años, dato que consideré impresionante, me quedó la sensación de que
el observar una estrella es como realizar un viaje a través del tiempo, puesto que
lo que vemos es un reflejo del pasado y no tenemos manera de conocer su
situación actual, sin embargo, la única certeza es que la estamos mirando, que
existió y ocurrió.
Todos estos datos me hicieron reflexionar de
como todo el universo confluye a través de un orden espontáneo expresado a
través de leyes naturales, como todo el volumen de ocurrencias que tuvieron que
suceder, de las cuales no tengo la capacidad de identificarlas todas, y el
tiempo que tuvo que pasar, solo para que una persona pueda estar parada sobre una
calle observando una estrella brillar, en definitiva la sensación del espacio/tiempo
me abrumó maravillado, y me permitió entender que somos parte de un todo
gigantesco que debemos ver con humildad y admiración.
También en estos días de calor en la ciudad podemos
disfrutar de muchos lugares donde tomar café, bebida que disfruto, y tomando
una taza de café, me invadió la misma curiosidad que tuve al mirar las estrellas,
y descubrí datos, para mí, muy interesantes. Según lo leí en la cafetería el café
que tomé eran granos arábigos de Colombia, si trazamos una línea recta existen alrededor
de 2,600 kilómetros de distancia entre el centro de Colombia al centro de
Bolivia, sin embargo, la ruta transitable más corta entre ambos países es de
5,138 Kilómetros. Se estima que todos los días, en el mundo, bebemos alrededor
de 2 mil millones de tazas de café, de hecho, el café es el segundo producto
más comercializado en el mundo después del petróleo y el segundo más consumido
después del agua. La cadena de cafeterías donde estaba sentado tiene más de 32,000
tiendas alrededor del mundo con más de 150.000 empleados. Se estima que
alrededor de 600 mil millones, este número es un 6 con 11 ceros (600,000,000,000),
de vasos de papel y plástico son utilizados al año para servir café.
En el mundo se producen alrededor de 10.000 millones de kilos de café al año en un poco más de 50 países, una cantidad muy grande. Se estima que desde el momento de la siembra hasta que se cosechan las primeras cerezas de café pueden pasar entre 3 a 5 años, y no sería una semilla que permitiría ser “tomable”, todavía le faltaría procesarla. Trabajan alrededor de 5 millones de personas en todo el mundo en cultivos e industrias de procesamiento de café a nivel mundial. Una persona consume alrededor de 1.3 kilos de café en 365 días, es decir, que un individuo apenas consume alrededor del 13x10-9 % del café mundial.
El tomar una taza de café me dio la misma
sensación que mirar a las estrellas, por el viaje que tuvo que realizar ese
café para llegar a mi taza y me hizo reflexionar de como todo el mercado
confluye a través de un orden espontáneo expresado a través de leyes generales,
como todo el volumen de ocurrencias que tuvieron que suceder, de las cuales no
tengo la capacidad de identificarlas todas, y el tiempo que tuvo que pasar,
solo para que una persona pueda estar sentada tomando una taza de café, en
definitiva la sensación del mercado me abrumó maravillado, y me permitió
entender que somos parte de un todo gigantesco que debemos ver con humildad y
admiración.
Maravilla pura, como el fluir es naturaleza del universo y se refleja en todos los ámbitos de la vida, y a veces no dejamos que todo siga su curso natural.
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